1. Te fascinas con lo que mueve a otros
Te fascina el comportamiento humano. Te das cuenta de cosas como el lenguaje corporal, el dialecto, y los tics personales. Ser un observador de personas ayuda a descubrir pistas sobre qué hace a cada individuo especial.
2. Eres un líder entusiasta que practica lo que predica
La gente que posee inteligencia emocional sabe que es ridículo hablar y hablar para luego no poner en práctica sus palabras. En vez de liderar por medio de órdenes, lidera al dar el ejemplo.
3. Estás consciente de tus fortalezas y debilidades.
"No eres tan débil como tu parte más débil; sino que eres tan fuerte como tu parte más fuerte". Usa tus grandes fortalezas tanto como sea posible, para hacer de sus debilidades un punto debatible.
4. Estás en paz con tu pasado.
No tienes tiempo para lamentarte. Dejas tu equipaje y sigues adelante en el presente, porque ahí es dónde ocurre el progreso.
5. No te asusta el futuro.
No te obsesionas por los eventos del futuro que están fuera de su control. Te sientes cómodo viviendo en un mundo en que no existe una bola de cristal, porque la vida se supone que es una aventura emocionante.
6. Estás en sintonía con el presente.
No pasas sin más tus días caóticos. En vez de eso, experimentas activamente los matices de cada momento en cada día de tu vida.
7. Eres un hábil y activo oyente.
Sabes que “oír” y “escuchar” son dos cosas muy diferentes. Sueles parafrasear los dichos de una persona en forma de pregunta para asegurarse de que nada se perdió en la comunicación.
8. Eres capaz de darte cuenta qué te molesta.
No dejas que un coro de auto negatividad controle tu cerebro. Eres detective y exploras tu medioambiente, buscando pistas que revelen por qué te sientes de la forma en que lo haces y, más importante, qué puedes hacer para mejorar.
9. Te sientes cómodo hablando con amigos y extraños.
Nunca conoces a un extraño que no te guste. No te importa la edad de la persona, su raza, su religión, género, orientación sexual, o afiliación política; amas a todos por igual, porque aquí somos todos humanos.
10. Eres ético en negocios y en relaciones.
Sigues tu compás moral en los negocios y en la vida. Tus valores pueden diferir de persona a persona, pero altos estándares gobiernan su comportamiento.
Lucía
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